martes, 21 de septiembre de 2010

¿Cuáles son las asignaturas del futuro?

“Tres de cada cuatro alumnos trabajarán en profesiones que aún no existen”
 
Este tipo de frases en torno al sistema educativo trasladan a la actividad escolar a un escenario profesional, a un escenario de futuro para los alumnos que pueblan hoy las aulas. E inmediatamente llega la pregunta: ¿Cómo podemos enseñarles para lo que no conocemos?

Sí, actualmente el sistema educativo establece unas pruebas, unos trámites que marcan las distintas etapas y donde se evalúan los conocimientos y progreso del alumno. Pero, ¿qué estamos evaluando si no estamos alineados con el objetivo final, que es la formación y educación? ¿Qué ocurre si lo que examinamos no tiene en realidad conexión con el futuro de esa persona? ¿Cuáles son esas asignaturas del futuro con las que no cuenta el sistema actual?

Vamos a ver tres puntos importantes al respecto: 

  • Hay un componente innegable que es la transmisión de conocimiento. Sin embargo, el conocimiento ahora ha adquirido otro valor. Los alumnos actuales acceden a información en cualquier lugar y momento. ¿Es el rol del profesor ser la máxima figura del conocimiento para ellos? Seguro que ellos buscan otras cosas en sus educadores..  Por eso, surge la necesidad de saber cómo tienen que aprender, en lugar de “ser enseñados” en la escuela. Con todo el conocimiento en sus manos, no quieren que un sistema educativo anticuado elija por ellos qué aprender. ¿Qué enseñar cuando el aprendizaje está en todas partes? 
  • ¿Qué echan de menos las empresas y los profesionales cuando empiezan a trabajar con un recién licenciado? Es hora de que el mundo profesional se pronuncie también sobre qué busca en los jóvenes valores. El talento no entiende de asignaturas, en cambio la gestión del talento es la asignatura pendiente del Siglo XXI.  
  • Si el conocimiento les rodea, si su dedicación profesional no se ha inventado... ¿Qué tienen que aprender los alumnos de hoy? Haciendo una lista de materias seguramente muchas de ellas se corresponderían con habilidades sociales: desarrollo humano, métodos de aprendizaje, trabajo colaborativo,... materias que encajan con su ritmo de vida y el mundo que les rodea.
En definitiva, los alumnos están sumergidos en un sistema educativo que no nació para ellos y en el que los conocimientos o asignaturas cuentan con un papel completamente distinto. De ellos, de profesores, de padres y de la sociedad en general depende el cambio necesario.

9 comentarios:

  1. Imagino mejor un currículum centrado en contextos que usan contenidos disciplinares que un currículum centrado en contenidos disciplinares que usa contextos.

    Para mí, y siguiendo a @flosflorum (en http://ow.ly/2HzE0) cambio climático sería una materia. Igualdad de género sería otra. Hambre también. Crisis económica probablemente esté en el currículum durante un tiempo. Búsqueda de empleo no estaría mal. Familia o relaciones personales creo que también. Y, por supuesto, Educación Vial, Hábitos Saludables, Paz y Resolución de Conflictos, Democracia y Partidos Políticos, Educación Permanente...

    Matemáticas nunca sería una materia. O Ciencias naturales. O Lengua o Literatura. Más bien serían acervos culturales de los que tirar para lo anterior.

    Por cierto, que ampliaría el número de entidades certificadoras, de tal modo que la escuela no tuviera el monopolio de eso.

    ¡Un saludo!

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  2. Hola José Luis:

    Muchísimas gracias por tu comentario, la verdad es que es sumamente interesante todo lo que nos comentas.

    Nos ha llamado particularmente la atención tu reflexión sobre ampliar el número de entidades certificadoras para evitar el "monopolio". La verdad que tiene todo el sentido del mundo ya que hoy en día la escuela ha perdido la hegemonía como único sujeto distribuidor del conocimiento

    ¡Seguimos leyéndonos!

    Un abrazo,

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  3. No me atrevo a decir que adignaturas debería haber, a lo mejor deberíamos incluso cuestionarnos si existirían asignaturas o deberíamos replantearnos la "repartición" del tiempo de otra forma. Cuanto más cuadriculado es el tiemppo del que se dispone para enseñar más fragmentado aparece el aprendizaje. En secundaria, cada parcela va a lo suyo y tanto ess así que realizar proyectos interdisciplinares es "cosa de magia".
    Debería entenderse el tiempo más como sucede en infantil, donde la globalización del tiempo permite la globalización del aprendizaje.
    Mis alumnos (que no son de mi propiedad, pero para entenderenos) y yo intentamos abarcar proyectos cuya asignatura de procedencia se difumina cuando quieres explpicar a alguien lo que haces, simplemente intentamos aprender a través de la experiencia, a través del uso de nuevas tecnologías que nos permiten CREAR, que es algo que los pequeños tienen pocas oportunidades, crear con nuevos medios: móviles, ordenadores, cámaras de vídeo, música, lenguaje escrito, lenguaje corporal, lenguaje oral, lenguaje plástico, y sobre todo más que colaboración... interdependencia, porque todos dependemos de todos para algo.
    Así que las asignaturas deberían ir en torno a lo que nos rodea y a las destrezas que deberemos tener en le futuro. El trabajo en equipo, interdependencia y la asignación de roles, la realización de proyectos multidisciplinares, el desarrollo de destrezas, capacidades y habilidades de presentación, manipulación, creación y divulgación de información en todos sus formatos en la sociedad del siglo XXI, el desarrollo de la creatividad en todas sus formas, el pensamiento crítico, la valoración de lo que nos rodea: expresiones culturales (arte plástico y arquitectura, tradición oral, juego tradicional), desarrollo armónico con la naturaleza, respeto y valoración de las étnias, nuevas energías limpias, desarrollo de la equidad social.

    Lo sé, lo sé... Muy pretencioso, pero creo que sería mucho más posible si las administraciones y entes educativos oficiales permitiesen a los centros esa autonomía que no tienen a la hora de generar currículos, tanto centralsmo-institucionalismo sólo fue útil para unversalizar la educación pero ahora, conseguida esa meta, es un remolque que no deja avanzar.

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  4. Hola Manel:

    Muchísimas gracias por tu reflexión, seguramente bastante más interesante que nuestro post. Tu visión no nos parece para nada pretenciosa y, además, compartimos punto de vista en cuanto al valor de la educación informal y la necesidad de hablar el mismo "idioma "que nuestros alumnos. Leer blogs, googlear, consultar la Wikipedia, abrir preguntas en un foro o establecer hipervínculos también es aprender.

    El verdadero debate sobre la transformación del sistema educativo en la etapa escolar todavía no se ha producido. Pero reflexiones como las tuyas y las nuestras hacen que avancemos en este camino. Urge la necesidad de una gran conversación.

    ¡Seguimos leyéndonos!

    Un abrazo

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  5. Totalmente de acuerdo con Manel. Si ya era anacrónico en muchos aspectos el aprendizaje que teníamos hace 20 años, hoy en día lo es mucho más. Sinceramente, nunca entendí la necesidad de aprender el logaritmo neperiano (siendo además de letras puras). Me hubiera resultado mucho más útil aprender a hacer la declaración de la renta, por ejemplo.

    Una de las primeras cosas que debe aprender un niño es a pensar por sí mismo y eso choca frontalmente con la educación decimonónica de: el profesor habla, el estudiante escucha y toma apuntes, el estudiante estudia y el profesor examina.

    La educación es mucho más. Es formar a los niños, capacitarlos y, sobre todo, potenciarlos para sacar lo mejor de cada uno de ellos.

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  6. Hola María del Mar:

    Muchas gracias por compartir con nosotros tu visión. No nos queda más que suscribir tus palabras ya que, como tú y como un número creciente de docentes que reclamamos un rol distinto de las aulas, creemos que la educación va mucho más allá.

    Nuestros estudiantes, los nativos digitales de los que también hemos hablado en otros posts de este blog, llevan tiempo advirtiendo que las escuelas 1.0 de hoy en día ya no se adaptan a sus necesidades, que sus profesores les hablan en un lenguaje diferente al suyo y que no encuentran sentido a estudiar memorísticamente una serie de informaciones que pueden consultar en Internet en el momento en que lo necesiten.

    Tal vez podría gustarte venir a escuchar la visión de Mark Prensky, Sir Ken Robinson, Eduardo Punset, Richard Gerver o Gareth Mills -entre otros-. La cita será en el Global Education Forum, en Madrid, los días 15 y 16 de octubre. Puedes consultar el programa completo e inescribirte grautítamente en http://www.globaleducationforum.org

    Un abrazo

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  7. Estoy completamente de acuerdo con el punto de vista de los autores y comentaristas de este post. Creo firmemente que la crisis educativa que sufrimos hoy es consecuencia de esa ruptura entre una práctica docente decimonónica (a su vez consecuencia de un sistema educativo anacrónico) y la realidad social digital que vivimos.
    Tal y como imagino la escuela, veo una institución tecnificada donde las TIC forman parte del día a día en la práctica escolar. Me parece algo tan básico como la presunción de libros escolares en la escuela 1.0.
    Pero creo que los esfuerzos de la escuela futura no deben detenerse en el aspecto tecnológico sino, como apuntan algunos compañeros en este y otros blogs, empezar a abarcar una práctica más adecuada a la realidad experienciada por los alumnos.
    En este sentido, estoy desarrollando un proyecto de Educación Emocional que este curso ve la luz por primera vez. Queda mucho camino por andar en este sentido hasta que proyectos como el que menciono sean el pan de cada día en los currículos escolares.
    Personalmente, y haciendo peso a mi osadía particular, diría que la educación emocional es materia primordial en las escuelas (como a mí me gusta llamar, la escuela 3.0, tecnológica y emocionalmente inteligente). Os dejo un enlace por si queréis echarle un ojo a las líneas básicas del proyecto: http://juditmercedes.wordpress.com/quien-soy/mis-proyectos/
    Por lo que a mí respecta, estoy completamente de acuerdo con las asignaturas que Carmen González (http://unatizaytu.blogspot.com/2010/08/nuevas-asignaturas.html) propone en su post (y que enlazáis muy acertadamente en este post).

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  8. Hola Judith Mercedes:

    Muchísimas gracias por tu aportación. Como te decíamos vía twitter nos parece más interesante que el propio post. Hemos seleccionado, además, un par de "grandes perlas" para futuras entregas de "twitts interesantes para el cambio educativo" al estilo del post que hoy publicamos: http://bit.ly/ctr5Ka

    Asimismo, hemos leído con atención las líneas básicas de tu proyecto y nos encantaría seguir intercambiando impresiones y desarrollo contigo ya que tus propuestas nos parecen fantásticas. Definitivamente, tenemos que seguir hablando de esa escuela 3.0 que estás conceptualizando.

    Muchas gracias.
    Un abrazo,

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  9. Este debate cuestiona los actuales diseños de currículum, que determinan toda la actuación docente, hay mucha coincidencia en que el actual plantemiento no sirve, hay muchas novedades que pugnan por salir: metodologías globalizadoras, trabajos por proyectos... pero que en la realidad de muchos colegios suenan a chino. Creo que los docentes somos miedosos al cambio. Si quitamos las asignaturas de siempre ¿qué vamos a enseñar? Veáse los programas de las escuelas de magisterio... didáctica de la lengua, de las matemáticas... ¡¡Caeremos en el vacío existencial!! Miedo al cambio... Pero convive con los resultados etiquetados con "fracaso escolar", frustración de tantos estudiantes. Y pienso por qué no se plantea en los currículum herramientas para la vida, por ejemplo, la educación emocional citada en el post anterior, o herramientas para la comunicación: necesito leer o escribir para comunicarmen con cualquier ser humano o utilizar un ordenador..., la lógica me ayuda a buscar información, a saber preguntar..., necesito comunicarme con otras lenguas que me abran al mundo, pero todo ello supone cambiar nuestras escuelas de raíz, cuestionar la división de su tiempo, de la actuación de los profesores que cierran la puerta a los equipos de trabajo... Por otro lado la escuela tecnológica está ahí pero necesita de la interacción del grupo, de la riqueza de las relaciones humanas que se viven en un aula. Necesitamos abrir mucho nuestras mentes porque vivimos en tiempo de transición y el miedo al vacío puede paralizar un cambio necesario en la actual escuela.

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