viernes, 8 de octubre de 2010

Un sistema educativo distanciado de sus alumnos

"Un cirujano del siglo XVIII en un quirófano del siglo XXI no sabría probablemente, ni dónde está. Pero un profesor del siglo XVIII en un aula del siglo XXI, podría dar clase sin ninguna dificultad".  Stephen Downes

La generación actual está compuesta por jóvenes que, curso tras curso, han sido educados en el aprendizaje formal y en el sacrificio, claramente separado del tiempo de ocio y de la cultura audiovisual. Los profesores se ocupan de calificar numéricamente al alumno según su capacidad de reproducir por escrito lo que este  memoriza la víspera; y de poner la sanción pertinente si algún alumno quiere alterar el patrón, porque esta es la manera de llegar a convertirse en buenos profesionales.  

Por su parte, la sociedad en su conjunto se encarga de colgar una polivalente etiqueta llamada “fracaso escolar” sobre aquellos estudiantes que se descuelgan del patrón del modelo existente. Aunque tengan una buena razón para ello. Y todo para que, después, el mercado laboral no encuentre a los estudiantes preparados para integrarse con éxito en él.  Ya no se trata únicamente de que los alumnos estén desmotivados en las aulas porque no les interesen las clases magistrales, o que prefieran aprender por “descubrimiento” y con actitud crítica (en vez de memorizar datos por sistema), sino que este sistema educativo les está preparando para trabajar en un mundo que ya no existe.

Gracias a las nuevas tecnologías tenemos la oportunidad de repensar los modelos de aprendizaje y beneficiar al alumno, que ha cambiado no de forma incremental, sino de forma exponencial e innovadora. ¿Vamos a seguir entonces fundamentando nuestro sistema educativo únicamente en una formación-entrenamiento para hacer un examen? Si nuestros alumnos se están apeando de un sistema educativo que no les beneficia ni aporta lo que necesitan, ¿no será hora de empezar a pensar en cambiar el modelo, asumiendo el nuevo rol de la escuela y del profesor como facilitador del aprendizaje en un sentido transversal?


7 comentarios:

  1. Creo que, efectivamente, estamos tratando de aprovechar una institución nacida en el siglo XIX para cosas del XXI. Y como bien decís, chirría.

    La introducción de las tIC (con t minúscula, para que la tecnología esté al servicio de la Información y, sobre todo, de la Comunicación) es algo interesante, sí. Pero ya se está viendo cómo el sistema tradicional las fagocita.

    En mi opinión hay que seguir sometiendo a la escuela a más tensión. Y con elementos distorsionadores de las dinámicas habituales. No que las impidan, no, pero sí que se lo pongan más fácil a quien quiere el cambio que a quien no.

    Me explico con un ejemplo. Yo, ahora mismo, si quiero que mi alumnado hable en clase, que comparta y que se comunique, tengo que mover los pupitres, con lo cual hago ruido, con lo cual molesto a otros que explican, con lo cual me regañan.

    Pero...

    Pero si en mi aula las mesas fueran redondas y amplias, naturales para la comunicación, el que lo tendría difícil es el que quiere seguir siendo transmisor, creo.

    A lo mejor el siguiente paso, tras introducir las tIC, es sustituir los pupitres por mesas redondas...

    Lo que sea para seguir tensionando el sistema y que lo conservador no fagocite los cambios.

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  2. Creo que hay que tener en cuenta varios puntos. El alumnado no disfruta con lo que le cuesta trabajo, estudiar, memorizar y aprender puede ser divertido pero también pesado. No entiendo que sólo se vea o se quiera ver una parte de ocio en la enseñanza. La disciplina y el aprendizaje tienen muchas caras.
    Todas las novedades son bienvenidas- TIC y los medios audiovisuales, pizarras digitales, etc-. Al final, el alumno ha de mostrar que sabe lo que sabe, y ser capaz de manejarse. Es cierto que hay mucho conocimiento que aparentemente es inservible, pero a la larga resulta necesario.
    Un saludo,
    armstrongfl

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  3. Yo no veo que las tIC sean una novedad que se superpone a las capas de la educación tradicional. Más bien las entiendo como un elemento completamente distorsionador (y eso me encanta), que lo cambia todo. Que permite que la clase jerárquica, vertical, con comunicación casi unidireccional, sea sustituida por la clase horizontal, con conversación multipolar. Que sustituye la adquisición de contenidos por la reflexión y la contextualización. Que hace aparecer el saber colectivo.

    Y, además, aparece la diversión unida al trabajo duro. No entiendo que se haga dicotomía entre ambas cosas. Yo trabajo duro en mi profesión porque me divierto. Y el alumnado, igual. Es que la emoción la que dirige el aprendizaje. Un aprendizaje sin emoción no es duradero, que yo sepa.

    Tampoco creo que siga siendo válido saber, sino que lo sustituye saber usar, reflexionando y contextualizando. Que tiene un valor muy superior al mero saber. Ya no es hacer mero acopio de conocimiento por si acaso, es entablar una relación personal con lo aprendido, con el saber.

    Y la memoria ocupa un lugar mucho más natural, mucho más acorde con su neurobiología: es una consecuencia de la acción y de la emoción, no una herramienta de aprendizaje. Por tanto, se incrementa su valor. Porque en la escuela tradicional ocupaba un rol inferior a su importancia: el de mera herramienta, y el de consecuencia deseable (objetivo).

    El conocimiento inservible es... Pues eso, inservible. Pero ese no es su estado perpetuo. Pasa a ser útil cuando la reflexión y el contexto así lo indican. Y su lugar no es necesariamente el cerebro, tras un duro (y muchísimas veces infructuoso) trabajo de asimilación repetitiva. La cualidad de inservible o útil no la tiene el concimiento per se, sino que se la da el momento, el instante, el contexto. Y saber elegir, saber cambiar esa etiqueta, de inservible a útil, es saber pensar.

    Creo...

    Y a la espera de nuevos elementos distorsionadores que aceleren el paso de la escuela del siglo XIX a la del XXI. Lástima que no haya existido la del XX.

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  4. José Luis Castillo,
    Por supuesto que el alumnado se divierte, aunque no siempre ni todos. No comparto la idea de que el estudio o el aprendizaje sea siempre divertido. A veces no lo es. No veo clara la idea de que todo es fácil y cooperativo. También es verdad que la enseñanza no consiste en impartir de forma unidireccional unos conocimientos. Tendríamos que hablar de metodología, evaluación, asignaturas, tipo de alumnado y también tipo de profesorado.
    Saber y conocer es una cosa, y saber usar es otra. ENtiendo la enseñanza como un conglomerado de muchas cosas.
    En cuanto al final de su aportación cuando habla de lo útil y lo inservible no estoy de acuerdo.
    De todos modos, el tema es complicado y muy, muy discutible.
    Un saludo,
    armstrongfl

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  5. Me parece muy acertada la reflexión, sobre todo cuando dices que las nuevas (ya no tan nuevas por cierto) tecnologías nos permiten repensar los modelos de aprendizaje. Efectivamente, debemos tratar las tIC como un medio para el cambio de metodologías y no como un fin en si mismas.
    Y fíjate si estará distanciado el sistema educativo y sus docentes del modelo de sociedad actual, que, hace pocos días, le pregunté a la maestra de mi hija de qué forma iba a trabajar la competencia digital y me contestó que no tenía tiempo para esas cosas .... Sin comentarios.
    Un saludo y enhorabuena por el artículo.

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  6. No sé poque siempre hay la dicotomía de TICs=diversión, enseñanza reglada=conocimiento. Esta forma de ver las cosas no son ciertas ni se mantienen, sólo hay que ver los resultados de la formación de las personas pasado un tiempo. Hincando el codo con los bisigodos en BUP me ha servido para????
    Es cierto que parte de lo que se cuestiona no está en las manos de los docentes puesto que el currículo se decide jerárquicamente y desde arriba. Los "expertos" deciden que se imparte y cuando, y no digamos las condiciones en las que se imparte.
    Tampoco es cierto que el hecho e disfrutar sea negativo ni contrapuesto a trabajar. cuando yo trabajo con las nuevas tecnologías, dusfruto, ello no quiere decir que no me imponga una calidad, unos objetivos y un timpo dedesarrollo.
    Lo mismo pasa cuando trabajamps con el alumnado y las nuevas tecnologías. Ahora que estamos usando Google Earth, Google Images, iphoto y Keynote para un proyecto+podcast de conocimiento sobre la Iliada, no significa que no tangamos (el alumnado y yo) un objetivo de calidad, rigor y trabajo sobre el tema. Es mejor que les obligue a leer el libro y les haga un examen? aprenderán mejor la geografía de esa parte del Mediterraneo si se lo hago memorizar, es más… les serviría de algo? yo creo (rectifico) estoy convencido de que no.
    Pero claro, como digo siempre, los primeros a los que no les interesa cambiar esto es a los políticos y alos docentes. Los primeros porque se acabaría el "café para todos y atodos el mismo café" que no funciona pero vende muy bien políticamente. Los 2º porque modificar aquello que han hecho durante años, arriesgarse a cambiar, perder, errar, modificar su relación con el alumnado es perder estatus, perder poder, perder acomodación, peorque seamos sinceros, es muy cómodo poner el libros en flash o el CD de tal editorial y decir que se trabajan las nuevas tecnologías, al igual que es muy cómodo usar el libro de texto con las fichas 1, 2, 3 de la página 45.
    Por cierto, heho de menos este tipo de debartes a nivel oficila y con este nivel de intensidad, y hablando de debate, espero que este documental habra uno muy gordo muy gordo:

    "Waiting for Superman" http://www.waitingforsuperman.com/

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  7. Hola José Luis, Armstrong freelance, Juan Carlos y Manel:

    Muchísimas gracias por todos vuestra argumentación y fundamentación. Nos alegra muchísimo ver el post haya servido para tan buenísimo debate.

    A propuesta de Manel, os invitamos a debatir sobre el vídeo http://film.waitingforsuperman.com/videos que, desde luego, no tiene desperdicio.

    ¡Gracias a todos!

    Un abrazo

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